¿Qué significa el yoga para mí? Practico yoga porque elijo brillar mi luz en el mundo. Soy un ser humano alegre que se esfuerza por vivir con pasión y propósito. Soy nutricionista y estudiante que utiliza la naturaleza, los alimentos, y el yoga como terapia y forma de vida. Practico yoga para hacer del mundo un lugar mejor.

Como nutricionista latina viviendo en Nueva York, he escuchado a inmigrantes hispanos durante toda mi carrera. He escuchado sus historias y cada una es tan única como la persona que la compartió.

Ellos me preguntan sobre dietas para adelgazar, cirugías para perder peso, cómo controlar la diabetes y las hormonas, comidas para mejorar la digestión, entre otros temas. Mis pacientes están preocupados por su apariencia y su salud.

Yo siempre les hago una pregunta, “¿dime una cosa que te guste de ti?” casi siempre es una respuesta en blanco.

En los ojos de la medicina occidental mi trabajo me responsabiliza de ayudar a las personas quienes su peso está clasificado como “sobrepeso” o lo que es peor “obesos”, para que vuelvan a su peso “ideal” según la recomendación de su médico.

Como amante de la naturaleza, siempre e querido aprender a sanar el cuerpo con plantas, pero no conseguía ayudar a mis pacientes a sentirse bien al comer. Sentía que esto no me hacía una buena nutricionista.

A lo largo de los años he aprendido que la realidad es que mis pacientes están buscando todas las cosas que están fuera de ellos y que solo se pueden llenar desde adentro. El yoga ha sido una herramienta increíble para yo descubrir cómo puedo conectar realmente con ellos y ayudarles a ver su propia belleza.

La primera vez que rodé una yoga mat fue cuando era chamaquita, a los veinte años con dos amigas de la universidad. Después de mi práctica de una hora me enganché! fue amor a primera práctica. El yoga comenzó como una forma de movimiento para mí. Con los años he descubierto el mundo del yoga y la meditación y se ha convertido en una forma de vida.

Mi práctica y recomendaciones para los pacientes ahora se basan en escuchar en profundidad lo que su cuerpo necesita. El trabajo que hago no se centra en la pérdida de peso y hacer “dieta.” Ofrezco terapia para nutrir el cuerpo y revitalizar el espíritu.

Hoy mi práctica de yoga significa más de 60 minutos de movimiento sudoroso como fue la primera vez. Se trata de vivir desde mi corazón, estar conmigo misma en silencio en casa, sacar a la niña que tengo dentro, o tener compasión y escuchar a mis pacientes.

El yoga es una reaparición de verme a mí misma y a mis pacientes como una persona completa que necesita enamorarse de sí misma nuevamente. El amor propio, yo creo, es de donde nace la verdadera salud.